Empressa

Como cabría esperar, Empressa siempre viaja con estilo: perlas abundantes, espejos y sedas finas. Al igual que su aroma, deja una impresión seductora y duradera, pero sus aires nobles se visten de una gracia elegante. Las flores y los frutos se combinan y se domestican de una forma exquisita, lo que da como resultado un perfume dulce que no tiene ni un ápice de empalagoso. Una rosa de Oriente medio, de Damasco, le aporta delicadeza, mientras que el geranio y la pimienta le confieren brío. La trilogía de apertura (naranja sanguina, bergamota y mandarina) actúa como una sonrisa seductora y radiante Pero lo que perdura de Empressa son las sensuales profundidades del ámbar, el pachulí y las maderas preciosas. Puede que lleve siempre perlas inmaculadas, pero Empressa le tiene un apego secreto a las sedas y las especias. Brillantes, suaves y profundamente sensuales son las texturas de este velo lujoso y luminoso.